Estrategias para una pérdida de peso duradera
30 de noviembre de 2023
Controlar el peso es un viaje complicado y a menudo difícil para muchas personas, y la obesidad se considera una afección médica crónica común y grave.
De hecho, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades informa que la prevalencia de obesidad en los EE. UU. es superior al 40 % en adultos y al 20 % en niños, y esas cifras continúan aumentando. En Nevada, según el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductual 2020, el 28.7 % de los adultos informó ser obeso. Para el 2030, casi el 80 % de los adultos estadounidenses puede tener sobrepeso y la mitad de ellos será obeso.
Pero la obesidad no se trata solo de los números de la escala; es una enfermedad neuroconductual multifacética de por vida desencadenada por una combinación de factores. Estos incluyen patrones anormales de alimentación, niveles reducidos de actividad física, factores de estrés ambiental, genética y otros factores contribuyentes.
La obesidad se extiende mucho más allá de la apariencia, lo que a menudo conduce al desarrollo de numerosas afecciones médicas como diabetes, enfermedad cardíaca, presión arterial elevada, accidente cerebrovascular, apnea del sueño, enfermedad hepática, diversos tipos de cáncer e infertilidad.
Únase a nosotros mientras profundizamos en las complejidades de la obesidad y exploramos estrategias para el control eficaz del peso disponibles aquí en el norte de Nevada.
¿Por qué puede ser tan difícil bajar de peso?
El desafío detrás de la pérdida de peso encuentra sus raíces en la Teoría de punto de ajuste de la obesidad, un concepto que dice que nuestros cuerpos tienen un peso predeterminado, o masa grasa, dentro de un rango de punto de ajuste definido. En otras palabras, cuando el peso de una persona se desvía de este punto de referencia, el cuerpo inicia mecanismos para volver a llevarlo al rango establecido.
Por lo tanto, si alguien pierde peso por debajo de su punto de referencia, el cuerpo puede responder aumentando el hambre y reduciendo el metabolismo, lo que dificulta mantener la pérdida de peso.
No hay una respuesta correcta, pero Renown está aquí para ayudar
Los pacientes que luchan contra la obesidad pueden utilizar diversas estrategias de control del peso, lo que puede conducir a una pérdida de peso sustancial, la resolución de afecciones médicas asociadas y una mejor salud psicosocial.
De hecho, la estrategia más exitosa implica un enfoque multidisciplinario bajo la orientación de especialistas capacitados que incluye una combinación de tácticas, que incluyen:
- Adaptaciones conductuales
- Modificaciones alimenticias
- Ejercicio físico
- Medicamentos contra la obesidad
- Cirugía para bajar de peso
Más allá de los números
El Programa de cirugía metabólica y bariátrica de Renown cumple con el más alto nivel de acreditación nacional para cirugía bariátrica y es reconocido oficialmente por el Programa de acreditación y mejora de la calidad de cirugía metabólica y bariátrica como un centro integral.
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¿Qué es la cirugía para bajar de peso y usted es candidato?
La cirugía para bajar de peso, también conocida como cirugía metabólica y bariátrica, implica alterar la anatomía del estómago y el intestino delgado para regular la ingesta y absorción de alimentos. Este enfoque quirúrgico induce cambios favorables en el proceso digestivo al remodelar el entorno hormonal en el cuerpo, lo que potencialmente restablece el punto de referencia de obesidad anormal.
Optar por una cirugía para bajar de peso es una decisión significativa que requiere una evaluación exhaustiva de la salud general, el estilo de vida y el compromiso con las pautas posteriores a la cirugía. Los candidatos potenciales generalmente participan en consultas integrales con un equipo multidisciplinario, que comprende cirujanos, dietistas y psicólogos. Esto garantiza que el procedimiento se alinee con sus necesidades y objetivos únicos.
Es fundamental comprender que la elegibilidad para la cirugía para bajar de peso está determinada por varios factores. En general, las personas con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más, o aquellas con un IMC de 35 a 39.9 junto con problemas de salud relacionados con la obesidad, como diabetes o hipertensión, pueden considerarse candidatas adecuadas para esta cirugía transformadora.