La dificultad para respirar puede ocurrir cuando los pulmones o el corazón de un niño no funcionan bien.

Dificultad leve para respirar significa:

• El niño respira un poco más rápido de lo habitual.
• El niño parece un poco sin aliento, pero aún puede comer o hablar.

Dificultad moderada para respirar significa:

• El niño respira mucho más rápido de lo habitual.
• El niño tiene que tomar descansos para comer o hablar para respirar.
• Las fosas nasales se ensanchan o el vientre entra y sale en momentos en los que el niño respira.

Dificultad grave para respirar significa:

• El niño no puede comer ni hablar porque respira tan fuerte.
• Las fosas nasales del niño están en aleteo y el vientre se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración.
• El niño parece cansarse.
• El niño parece muy somnoliento o confundido.